La terapia k-Laser consiste en el empleo de longitudes de onda de luz especificas con fines terapéuticos, actuando sobre:
K-Laser potencia la recuperación tisular acelerándola y el desarrollo de la cicatrización de heridas. Reduce la formación de tejido fibroso y mejora las funciones vasculares, metabólicas, nerviosa mediante efectos antiinflamatorios, analgésicos y inmunorreguladores.
Durante el tratamiento aumenta la circulación aportando mas oxigeno, agua y nutrientes a la zona dañada, por lo que se genera un entorno optimo para la mejora de inflamación, dolor, rigidez y espasmos musculares.
Las longitudes de onda de 800nm y 905 nm penetran en profundidad, hasta alcanzar los tejidos dañados.
El efecto antibacteriano de la luz de 660 nm junto al efecto celular de los 800 nm acelera la cicatrización eliminando el tejido fibroso.
En el tratamiento de onicomicosis la luz laser penetra en la uña y el tejido adyacente al hongo para alcanzar matriz y esporas por efecto térmico de manera rápida, efectiva y sin efectos secundarios.
Aplicaciones de terapia Laser a patologías:
Vasculares
Sistema musculo esquelético y nervioso:
Dermatológico
El objetivo de un láser terapéutico es llevar la energía a los tejidos profundos para bioestimularlos y acelerar los procesos de curación y regeneración.
K-laser Cube es el láser terapéutico más avanzado, capaz de aplicar hasta 4 longitudes de onda diferentes de forma simultánea.
La longitud de onda es el “color” de una luz, se expresa en nanómetros y determina la aplicación de un determinado láser.
Al ser esta luz monocromática, cada láser tendrá una única aplicación.
La energía del láser es absorbida principalmente por 3 componentes en los tejidos: agua, melanina y hemoglobina.
Estos componentes son los “cromóforos” y poseen unas curvas de absorción ligeramente diferentes. Existe una “ventana óptica” alrededor de los 800 nm donde la absorción de los 3 es menor, lo que se traduce en una mayor penetración de la energía láser. Además, coincide con un pico de absorción de otro cromóforo fundamental en la estimulación celular: la citocroma C oxidasa.
El oxígeno se libera de la corriente sanguínea a diferentes ritmos, y cuanto más rápido sucede, la célula podrá contar con más energía en su proceso de curación natural. Esta longitud de onda es absorbida en parte por la hemoglobina, el agua, la melanina y la citocroma. A mayor absorción de esta radiación, más cantidad de oxígeno estará disponible en las células.
Al irradiar un área con una longitud de onda de 660 nm, muy absorbida por la melanina de la piel, garantizará que una gran dosis de energía sea aplicada en superficie. Al poseer la luz un efecto antibacteriano y acelerar la actividad celular, la terapia láser permite obtener fantásticos resultados en la curación de heridas y en la regeneración de los tejidos.
La enzima terminal en la cadena respiratoria es la citocroma C oxidasa y determina el grado de eficiencia con que la célula convierte el oxígeno molecular en ATP. El pico de absorción de esta enzima se produce en los 800 nm, alternando procesos de reducción y oxidación, produciendo en cada ciclo una molécula de ATP. La absorción de fotones acelera este proceso, y por consiguiente la producción de ATP.
Potencia
La potencia de un láser se expresa en vatios (W) y mide la capacidad de un dispositivo de dar energía (julios).
Julios = W (vatios) x tiempo (segundos)
La falta de potencia ha sido una de las limitaciones de los láseres terapéuticos existentes en el mercado, sobre todo en el tratamiento de problemas profundos y áreas corporales amplias, ya que requerían de unos tiempos de tratamiento excesivamente largos para aplicar dosis elevadas.
K-laser Cube puede trabajar con potencias de hasta 15 W en modo continuo o pulsado y 20 W en modo ISP, lo que permite aplicar dosis eficaces en todas las regiones anatómicas del cuerpo, con tiempos de tratamiento muy cortos.
Esta elevada potencia permite por un lado acortar enormemente la duración de los tratamientos (la mayoría de estos programas tienen una duración de entre 4 y 7 minutos), pero sobre todo lo que permite es profundizar, alcanzando patologías imposibles de tratar hasta ahora.
Existe una relación directa entre potencia y penetración. A medida que la luz penetra en los tejidos, parte de esta energía es absorbida y otra parte es reflejada, de modo que para llevar una cantidad suficiente a distancia tendremos que aplicar una potencia alta en superficie.
Potencia, potencia media, potencia de pico
La dosis de energía aplicada dependerá de la potencia media por el tiempo total de exposición del tratamiento.
La potencia media es la relación entre la potencia de pico y el ciclo de trabajo (duty cycle, ratio del tiempo emitiendo “on” sobre el tiempo total “on+off”).
Podemos emitir un pulso de pico de potencia muy elevada pero si su duración es muy corta, la energía aplicada será muy baja. Por el contrario podemos conseguir dar una dosis elevada, con una potencia media aparentemente inferior con un ciclo de trabajo elevado.